A nadie se le escapa que la alegría, la positividad y las ganas de vivir se transmiten entre los seres humanos. Pero ojo, cuidado porque también lo opuesto. Lo mismo pasa con nuestros sueños, deberíamos ser más cautelosos con lo que a veces deseamos, porque podría cumplirse. Bueno, esto no es ninguna novedad.
A veces pienso, ¿Qué sucede si obviamos el asunto, si despejamos de la ecuación este maravilloso aspecto de nuestros cotidianos actos diarios, de nuestra actividad humana? Posiblemente, en ese supuesto, no nos relacionaríamos de la misma manera con nuestros semejantes, ni tan siquiera con nosotros mismos. A ver, quizás sí de manera impostada, inconsciente y no siempre culpable, pero sí o sí lleva aparejada algunas consecuencias que, supongo, deberíamos cada cual asumir. Es por ello que, a lo mejor, ningún acto es bueno o malo en sí mismo, pero por favor, no perdamos de vista que tanto la maldad como la bondad existen, cohabitan y se pueden valorar, incluso medir. Somos, al menos todavía, seres humanos.
Entonces, ¿Qué es exactamente lo que hemos de observar, dónde poner el foco de nuestra atención, de tener en cuenta y darle prioridad para digamos, hacer el buen camino, algo digno de ser relatado? Pues quizás, simplemente lo mismo que cuando todo se derrumba, a lo mejor sí debamos tener el coraje de… parar el tiempo y pensar desde nuestra individual soberanía, en libertad. Puede que, entonces, sí nos encontremos en auténtico estado de flujo, concentrados en el estudio para el conocimiento, con apasionado interés, unido a la emoción de cada momento, de cada acción, que tan solo así quedará fijada en nuestras mentes y por tanto en nuestro privado almacén de los recuerdos.
Puede que esta sea la novedad y, si esto es cierto y era tan sencillo... ¿Cómo no nos hemos dado cuenta antes? Vale, de acuerdo, respira y mantén la calma. Observa tranquilo el panorama, sin que nada ni nadie te inquiete. Tómate tu tiempo, no temas, porque no tienes enfermedad alguna ni necesitas medicación. Tan sólo estás… abstraido observando, y siempre curioso, pensando a la velocidad de la luz, activando toda tu capacidad relacional, recuperando el... sentido común.
Ya, comprendo, pensabas que te iba a hablar en neolenguas, quizás sobre gestiones de procesos integrados, CRMs y sincronización de datos en tiempo real entre dispositivos electrónicos y personas, técnicas y habilidades sociales y asociativas, colaborativas; márketing digital y posicionamiento SEO, realidad virtual, herramientas tecnológicas de valoración con big data y comunicación ya casi holográfica para el desarrollo y registro de eventos en remoto, en cualquier momento y lugar, generación de contenidos y leads, redes sociales… pues no, ya lo siento, ello hubiera resultado casi ofensivo dado que resulta ser evidencia empírica, que se da por acreditada, implementada tras ensayo-error en la rutina diaria.
Porque lo relevante entre lo virtual y lo real es, a mi modo de ver, posiblemente la pericia de siempre pero de forma híbrida, modelada, adaptada y conjuntada con la actual matrix, ciertamente algo impredecible a futuro dado el radical cambio de parámetros espacio/tiempo así como las magníficas herramientas tecnológicas a disposición, lo cual transforma a este oficio en algo ya, todavía si cabe, … más apasionante.
Ante esta visión, lo virtual particularmente ya no me impresiona tanto, salvo en fin, algunas novedades. Sin embargo es curioso que, ante una espontánea, libre y educada o no, reacción humana y su contenido emocional, la carga de profundad que conlleva y el misterio que la envuelve, sea la que fuere, pues sí; ante eso no quedo impasible, porque directamente me cautiva cual novela negra aún sin la más mínima intención de conocer verdad alguna, dada su inexistencia, pero sí de bucear en ella e investigar, intentar comprender el por qué de las cosas.
Sin por todo ello aspirar a sentar cátedra, aunque eso sí, con bastante introspección y respeto, tan solo son... mis pensamientos.
Todos los momentos son únicos pero, no se, digamos que los que estamos viviendo hoy son “muy singulares” y por lo tanto irrepetibles, toda una delirante tragedia por los enormes y rápidos cambios de adaptabilidad que conlleva, que nos afectan en mayor o menor medida sin duda a todos y en todos los campos de la vida, dada su natural e intrínseca inter-relación. Un giro completo a lo ya conocido y vivido hasta ahora. Permanezcamos atentos porque... está siendo todo un espectáculo. Mantengamos la calma y respiremos.
Pero bueno, sobre esto y otras cosas, si os parece bien, ya iremos hablando.
Sed buenos.